Más cercano a Cipriani que al COLINA “PAPA NOEL” SE QUISIERA CALATEAR
Antauro Humala Tasso
Cuando veranea en el Perú, inverna en Europa. Así es la fluctuación del clima según la rotación de la tierra en sus hemisferios norte y sur a lo largo del año solar. El Perú pertenece a la llamada “zona tórrida”, entre los trópicos de Capricornio y Cáncer con la línea Ecuatorial al medio. Todo ese sector terrá-queo se conoce, más popularmente, como “Trópico”. Más allá de los límites tropicales de Capricornio y Cáncer, empiezan las llamadas «zonas templadas»: Ártica por el norte y Antártica por el Sur. Cada cual con su respectiva “cúspide” en los polos norte y sur. La fauna y flora, tanto tropical como templada, se adaptan a sus respectivas geografías y climas. La cultura también. Es por éso que, el buen “Papá Noel”, nativo de la Zona Templada Ártica (más especí-ficamente de los países escandinavos), se viste según el clima frígido de su tierra: con pieles, al estilo “esquimal” o “lapón”. Y claro, se transporta en trineo con “skís” en vez de ruedas (para el hielo y la nieve) jalado por unos animales jamás llegados al Tahuantinsuyo de ayer ni al Perú de hoy: los renos (que en algunos wawa-huasis, se les de-sinforma a los infantes cobrizos, con que son “cabras”). Además, como el “euro” Noel se desplaza a veces en medio de “su” selva, es que vemos los pinos -nativos de allá- como clásicos arbolitos de navidad. Noel es patriota. Si Noel hubiera sido Mochica o Huari, sin duda hubiera nacionalizado el pino por el huarango o el molle. Un “subversivo”, pero no, dado que nos impone costumbres extranjeras (así como Halloween y el estúpido día “de la canción Criolla”), en verdad es un buen agente contrasub-versivo en su modalidad pasiva. Está pues, mas cercano a Cipriani que a Martín Rivas. Lamentablemente, los avergonzados cholos descendientes de gloriosos ancestros inkas, están descerebrados: Y por ello cada cálido Diciembre (a veces hasta con el calor infernal del Fenómeno del Niño) se desesperan por “su arbolito”. “Su pino”, claman –apretuja-dos y sudorosos, con o sin incendio- en Polvos Rosados o Mesa Redonda. Y como no hay nieve (¿quién va a subir hasta Ticlio?), ¡pues la escarcha y las pelotitas! ¡Ah! y también el panetón con su chocolate “caliente”... en pleno verano tropical, casi caribeño. Chocolate caliente, que toman sudando como condenados en un sauna, con su italiano panetón Motta. Pobres... Y después preguntan por qué somos subdesarrollados. ¡Caramba! El Diciembre Cholo, desde Tumbes hasta Tacna y desde Gueppi hasta Inambari es para pasarlo semi calato con su chicha de jora, o si quieren hasta con su chela helada. Pero ahí está, el esquimal extranjero y barbado como Pizarro, vigilándonos: “¡Mama-ni!, ¡Quispe!, ¡Chero!, ¡Amasi-fuén!: carajo, los quiero ver con pinos, renos, trineo, chocolate, panteón e IGV! Además celebran el nacimiento del Dios de Almagro, Valverde, Areche y Cipriani... Así los doman, desde guaguas, imperceptiblemente desde 1532. Al esclavo hay que interiorizarle la identificación con su amo. Así hago yo con mi perro, que me es fiel hasta la muerte.
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